El frenillo bucal son pliegues mucosos o fibrosos que unen dos superficies de la boca, una móvil y otra fija. Pueden ser de tres clases:

Lingual

El frenillo lingual suele ser duro y corto e impide que se mueva la lengua con facilidad y puede producir alteraciones del lenguaje. Para solucionar este problema el único tratamiento es quirúrgico y es una operación fácil que consiste en seccionar el frenillo.

Superior

El frenillo labial superior une el labio de arriba con la encía. Puede producir una separación de los incisivos centrales, que se denomina diastema y a veces dificulta para mover  el labio superior. El diastema suele corregirse al salir los incisivos laterales y los caninos permanentes que hacen presión y cierran el espacio. Si esto no sucede tiene también tratamiento quirúrgico cortando el frenillo (frenectomía).

Labial inferior

El frenillo labial inferior produce menos problemas que el superior y une el labio inferior con la encía. Puede producir una retracción de la encía y a veces gingivitis. El tratamiento quirúrgico es también muy sencillo y se realiza con anestesia local. Actualmente también se utiliza para estas intervenciones el láser quirúrgico, con lo cual no es necesario suturar.