La autoexploración de la cavidad oral es una técnica muy sencilla de visualización, palpación y movilización de las estructuras de la boca. Su objetivo es distinguir alteraciones bucales de modo precoz  y, con ello, facilitar el tratamiento y evitar en lo posible las complicaciones. Esta autoexploración ha de realizarse de una forma regular (cada 5 ó 6 meses), no nos debemos obsesionar con explorarnos todos los días.

La primera exploración la debe realizar con el odontólogo que le enseñará cómo son las estructuras de la boca en su estado normal. Esto le ayudará a distinguir cuando aparezca algo anormal. De este modo, se podrá contactar con su odontólogo rápidamente y buscar la solución adecuada.

Para la exploración necesitaremos un sitio que tenga bastante luz y un espejo.

Pasos a seguir para la autoexploración oral

  • Labios y encías: ambos tienen que tener un color normal rosado, observar el aspecto externo, la simetría, la ausencia de manchas e irregularidades en la piel, de bultos, de pérdida de la línea externa de unión con la piel, etc.
  • Carrillos y mejillas: separaremos la mejilla con el dedo índice, tirando de ella hacia afuera. La mucosa debe ser rosada y de aspecto uniforme. Busque manchas anormales o lesiones.

Tenga en cuenta que si falta un diente, la mucosa de la mejilla tiende a rellenar este espacio por lo que en este caso aparecerá un bultito en la zona de la mejilla que contacta con el hueco dentario. Esto es normal que suceda, pero deben reponerse las pérdidas dentarias, entre otras cosas, para evitar lesiones de masticación en esta mucosa «abultada».

  • Paladar: debemos de observar el paladar duro como el paladar blando.
  • El paladar duro tiene una mucosa rosa pálido o azulada, firme y gruesa que se adhiere al hueso. En la parte anterior se verán las rugosidades palatinas.
  • El paladar blando tiene una coloración rosa más oscura, lisa, brillante y húmeda. En el centro se debe ver la «úvula palatina» que se conoce vulgarmente por «campanilla».
  • Suelo de la boca: en esta zona se asientan el 90% de las lesiones bucales por lo que su exploración es importante. Para verlo se debe apoyar la punta de la legua al paladar. El suelo de la boca tiene una mucosa delgada, rosada y húmeda. Tras la observación debe palpar del suelo de la boca para asegurarse de la ausencia de bultos o nódulos anormales.
  • Encías: las encías deben tener un aspecto característico, de color coral o rosado, con aspecto de piel de naranja, brillante, sin bultos ni manchas.
  • Lengua: hay que sacar la lengua para ver su dorso, una vez que esté fuera de la boca, la moveremos hacia los lados para ver sus bordes laterales, zona frecuentes de úlceras, también llamadas “llagas” o “aftas”. Si nos vemos alguna, hay que palparla para comprobar que no está dura y que desaparece en 15 días, de lo contrario habrá que acudir al dentista.