Es realmente importante que realices un apropiado cuidado dental durante tu embarazo. Los controles dentales periódicos y las prácticas higiénicas adecuadas en el hogar te ayudarán a mantener tus dientes y encías libres de sarro y placa, y contribuirán a evitar o a reducir los efectos de la gingivitis. Sin embargo, hay algunas cosas que deberías tener en mente cuando visites a tu dentista, a fin de asegurarte que tu bebé y tú gocéis de un excelente estado de salud durante todo el transcurso de tu embarazo.

Embarazada

 

  • LIMPIEZA DENTAL: algo muy importante que debes recordar es que deberías visitar a tu dentista al menos una vez durante tu embarazo, para que éste/a pueda realizarte una limpieza dental periódica y un control dental de rutina. Las consultas dentales son típicamente llevadas a cabo durante el segundo trimestre, después de que tu bebé ha formados sus órganos vitales; esto podría contribuir a reducir cualquier riesgo que pueda correr tu bebé. Si sufrieras gingivitis o si padecieras una enfermedad periodontal, tu dentista te someterá a un tratamiento apropiado para curar esta clase de enfermedades regulares. Realizar una limpieza dental en este periodo resultará muy beneficioso para tu salud oral, ya que trataremos tus encías estimulándolas y tonificándolas de modo que sentirás alivio inmediato, ya que además de retirar la posible placa o sarro, el especialista te indicará las pautas de higiene (técnica de cepillado según el caso, dentífrico que debes usar, colutorio, etc..) a seguir durante esta etapa de cambios y esto te ayudará a mantener tus dientes y encías sanos hasta que nazca tu bebé.

 

  • CARIES: el desarrollo de caries también debería ser controlado por tu dentista. Sin embargo el tratamiento debería comenzar una vez que hubieras dado a luz a fin de evitar cualquier posible complicación. Si te sintieras muy dolorida o si el problema pudiera ser resuelto rápida y fácilmente, el dentista podría optar por someterte al tratamiento adeucado.
  • RADIOGRAFÍAS: Tan pronto como se crea que se puede estar embarazada, hay que informar al dentista, porque someterse a una radiografía durante el embarazo representa un riesgo.  Debe tenerse en cuenta que no se hagan entre la décima y la decimoséptima semana de gestación, período en el que las células fetales son más sensibles a las radiaciones. Antes o después de este período, una radiografía difícilmente puede causar daños al feto, mientras que puede ser fundamental para diagnosticar y tratar una enfermedad de la madre. La mamá debe cubrirse el abdomen con delantales de plomo apropiados.

 

Otras emergencias dentales como la rotura de un diente, blanqueamientos dentales, procedimientos estéticos, tratamientos de conductos u otros tratamientos dentales extensivos deberían esperar hasta el nacimiento de tu bebé, a menos que no pudiera soportar el dolor causado por dichas complicaciones.